En el estado español los nacimientos aún compensan a las personas que fallecen aunque los datos indican que se acerca el día en que la curva de nacimientos (en descenso) y de muertes (a medio plazo, en descenso) se cruzarán, habrá menos alumbramientos que defunciones. Además, si se sigue con la lógica racista de impedir la entrada de personas migrantes que trabajen y forjen su hogar en nuestros pueblos y ciudades se agudizará la pérdida de población.
Según las previsiones del INE difundidas en estudios anteriores, esto sucedió, por primera vez, en 2017 cuando se produjeron más muertes que partos.
Pero Peñaranda de Duero lleva muchos años inmersa en esta problemática. Exactamente 23 años. En 1996 fue el último años que contabilizó más nacimientos que defunciones de nuestr@s vecin@s. Aunque el INE sólo publica los datos hasta 2017, el año pasado y este 2019 son igualmente de malos que los anteriores.
Con estas cifras, seguir impidiendo que personas en edad de tener hij@s que acudan a nuestro colegio, dificultar que trabajador@s que monten negocios o servicios en el municipio para sí o para contratar a otr@s, sin legislar para que haya ayudas a la instalación y un servicio de acompañamiento durante los primeros meses del negocio o que el ayuntamiento cuente con un listado de viviendas disponibles en la localidad en régimen de alquiler social; es suicida. La llamada España Vaciada es resultado de la ausencia de estímulos a la vuelta al pueblo.
Peñaranda tiene un Centro Social que debe ofrecer la posibilidad de explotarlo en condiciones muy ventajosas a negociar. Además, en esta zona se puede emprender en temas relacionados con agricultura, turismo rural, hostelería y deportes de aventura ocio y tiempo libre.
Un ayuntamiento interesado en hacer crecer de forma sostenible su municipio debería disponer de ayudas para nuevos empresarios y el Grupo de Acción Local debe ser una fuente de información y ayudas, lo que no está ocurriendo en la actualidad, ya que la burocracia es tan grande que echa "para atrás" a l@s más osad@s. En ocasiones hemos constatado de que, ni siquiera, son conscientes de la existencia de nuevos modelos de negocio que se han instalado en el municipio y parece que dan preferencia a aquell@s que se hacen socios (con el aumento de carga económica) que al resto de población. Hemos preguntado por los proyectos productivos y no productivos y en los últimos años, Peñaranda no se ha beneficiado, ni una sola vez, de alguno de ellos. ¡Menos mal que la sede del ADRI está en este municipio.
La Diputación de Burgos también tiene líneas de subvenciones para emprendedores y nuevos trabajadores, y se apoya especialmente el comercio rural, pero sus políticas no siempre son claras y los Planes Provinciales para agua y de urgente necesidad, por ejemplo, han desaparecido. Sus fondos, supuestamente, ha ido a parar al Plan General, pero ante la eliminación de aquello, deberían aparecer incrementos similares en éste último. Y no es así. Eso son RECORTES.
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