El preacuerdo de Gobierno plantea el diálogo en Cataluña “siempre dentro de la Constitución”.
El preacuerdo firmado este martes por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para formar un “Gobierno progresista” tras las elecciones del domingo, plantea un decálogo de actuaciones para dar respuesta a los principales retos de la sociedad española.
El punto número 9 se refiere al mayor problema político y territorial de los últimos años: el desafío independentista catalán. Ambos partidos se fijan como “prioridad” el “garantizar la convivencia en Cataluña” y “la normalización de la vida política”, tras la práctica separación de los partidos secesionistas y los defensores de la Constitución y en medio de las protestas contra la sentencia del procés. Con este objetivo “se fomentará el diálogo en Cataluña, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro”, señala el documento, que añade un inciso fundamental: “Siempre dentro de la Constitución”.
El mismo punto del documento supone una defensa e incluso una profundización del Estado autonómico en un momento en que la extrema derecha de Vox, la tercera fuerza política tras el 10-N y que subió de 24 a 52 escaños, defiende el recorte e incluso la abolición de la autonomía consagrada tanto por el artículo 2 de la Constitución como por su título VIII. “También se fortalecerá el Estado de las autonomías para asegurar la prestación adecuada de los derechos y servicios de su competencia”, señala el punto 9 del decálogo programático. Y en este caso también se coloca una frase relevante: “Garantizaremos la igualdad entre todos los españoles”.
PSOE y Podemos han tardado 48 horas en sacar adelante un documento de programa para un Gobierno conjunto después de que tras las elecciones de abril no lograran un acuerdo y llevaran a España a la repetición electoral tras la investidura fallida del 25 de julio. En este tiempo, el PSOE ha perdido tres escaños (de 123 a 120) y Podemos ha bajado siete (de 42 a 35). La XIV Legislatura tendrá el Congreso más fragmentado de la historia de la democracia, con 16 partidos.
El primer Gobierno de coalición en cuatro décadas de democracia constitucional se regirá por los principios de “cohesión, lealtad y solidaridad gubernamental”, así como por el de “idoneidad en el desempeño de las funciones”.
El documento, que debe ser desarrollado, no hace referencia al reparto de ministerios o de centros de poder.El preacuerdo pone énfasis en las políticas sociales. El primer punto habla de “consolidar el crecimiento” y también de “combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo digno, estable y de calidad”. También recoge la protección de los servicios públicos, “especialmente la educación”, con el impulso a las escuelas infantiles de cero a tres años, así como el “blindaje” y la “revalorización de las pensiones conforme al coste de la vida”.
El Gobierno, netamente de izquierdas –no existen muchos precedentes en Europa de una coalición entre un partido socialdemócrata y otro situado a su izquierda- mantendrá unos principios económicos de “equilibrio presupuestario” bajo la vicepresidencia económica de Nadia Calviño: así lo prometió Sánchez en el debate electoral del 4 de noviembre. “La evaluación y el control del gasto público es esencial para el sostenimiento de un Estado del bienestar sólido y duradero”. Y dedica una frase a tranquilizar a los socios comunitarios: “El Gobierno impulsará políticas sociales y nuevos derechos con arreglo a los acuerdos de responsabilidad fiscal de España con Europa, gracias a una reforma fiscal justa y progresiva que nos acerque a Europa y en la que se eliminen privilegios fiscales”.
Unidas Podemos ha incorporado al documento dos de sus grandes ejes de campaña. El primero es concebir “la vivienda como derecho y no como mera mercancía”, aunque no habla de políticas para limitar el precio del alquiler.
El segundo, “controlar la extensión de las casas de apuestas”, instaladas en su mayoría en barrios de clase trabajadora y que están haciendo aumentar los casos de ludopatía, especialmente entre jóvenes.
El nuevo Gobierno tendrá la lucha contra el cambio climático como una de sus prioridades y plantea “aprobar nuevos derechos” que “profundicen el reconocimiento de la dignidad de las personas” como el derecho a una muerte digna, a la eutanasia o la salvaguarda de la diversidad. Tras la exhumación del dictador Francisco Franco, el 24 de octubre, que Pablo Iglesias tachó de “funeral de Estado”, PSOE y Unidas Podemos, plantean asegurar España como país de memoria y dignidad.
El preacuerdo dedica un punto entero, el 7, a las “políticas feministas”. El nuevo Gobierno trabajará para “garantizar la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha decidida contra la violencia machista, la igualdad retributiva, el establecimiento de permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles”.
También se dedicará al “fin de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual” y elaborará una ley de igualdad laboral.
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