La situación de la depuración en España está lejos de ser ideal, ya que, como anunciaba el gobierno, existe un déficit que se lleva acumulando más de una década, no solo en presupuesto, sino también en la ejecución de actuaciones
A principios de mayo de 2021, el gobierno anunció que pretende destinar 2.901 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia entre 2021 y 2023 a políticas para preservar el litoral y los recursos hídricos.
Está previsto que, del total de esta inversión, el 31%, 642 millones de euros, se destinarán a reformas para la materialización de actuaciones de depuración, saneamiento, eficiencia, ahorro, reutilización y seguridad de infraestructuras (plan DSEAR) que se distribuirán: 200 millones en 2021, 255 millones en 2022 y 187 millones en 2023.
En la definición del plan, el Gobierno incide en la necesidad de abordar el “déficit de inversión” en la planificación, control y gestión del dominio público hidráulico que se ha acumulado “en la última década”, de modo que las inversiones realizadas por la Administración General del Estado (AGE) no ha permitido materializar las medidas programadas con la planificación hidrológica.
Situación actual de la depuración en España
La situación de la depuración en España está lejos de ser ideal, ya que, como anunciaba el gobierno, existe un déficit que se lleva acumulando más de una década, no solo en presupuesto, sino también en la ejecución de actuaciones.
Además, esta falta de actuaciones tiende a concentrarse en pequeñas poblaciones de hasta 15.000 habitantes donde la construcción de una instalación convencional como las EDAR presenta ciertos inconvenientes de escala e inversión.
En muchos de estos casos, encontramos el problema añadido de que estas poblaciones se sitúan cerca de la costa, por lo que los vertidos de aguas residuales sin tratar presentan una amenaza para el ecosistema marino del cual, en zonas como Andalucía, depende una gran parte de la economía local.
La depuración en números
Y es que España es un país de contrastes, por un lado, tenemos comunidades como la Región de Murcia, Navarra o La Rioja donde la infraestructura de depuración es especialmente eficiente, llegando algunas de ellas como la Región de Murcia a depurar más del 99% de las aguas residuales y a regenerar más del 90% las aguas depuradas para su reutilización en aplicaciones como riego en agricultura, baldeo de calles, riego de zonas verdes e industria.
Por otro lado, encontramos comunidades como Andalucía, Canarias, Castilla La Mancha y Castilla y León, las cuales concentran un gran número de infracciones de la normativa de depuración de aguas residuales.
En la actualidad, hay cinco procedimientos de infracción abiertos contra España por la incorrecta implementación de la Directiva 91/271/CEE, dos de ellos ya con sentencia en firme condenatoria.
Uno de ellos ha supuesto una sanción económica que asciende hasta el momento a 12 millones de euros más un recargo de 10,95 millones cada 6 meses que persistan las infracciones. En Andalucía, el pago derivado a la Junta de Andalucía hasta el momento son 5,5 millones de euros y la previsión es que siga sumando durante algunos años hasta que se resuelvan las infracciones.
Como hemos mencionado antes, estas deficiencias en depuración pueden afectar gravemente a lugares naturales protegidos de gran singularidad y valor ambiental como el Parque Nacional y Natural de Doñana, la Bahía de Cádiz, la zona de Barbate o Cabo de Gata.
Soluciones descentralizadas: menor inversión, mayor eficiencia
Ante estos problemas, se hace evidente la necesidad de buscar soluciones que se adapten a las condiciones especiales de estos municipios con un coste de inversión asumible.
Para estos casos, las soluciones descentralizadas, como la tecnología MBBR contenerizada, destacan por su bajo consumo energético, gran adaptabilidad ante cambios de carga y caudal de hasta un 40% y bajas necesidades de espacio (10 veces menos que las depuradoras convencionales).
Además, uno de los aspectos más limitantes en los pequeños municipios es la necesidad de personal cualificado de forma constante que mantenga la planta.
En el caso de la depuración contenerizada con MBBR, estas necesidades de mantenimiento son realmente escasas y son, básicamente, la recogida de forma mensual de los fangos del espesador mediante un gestor autorizado y mantenimiento visual semanal acompañado de una toma de muestras mensual.
Soluciones AZUD
Desde AZUD nuestra prioridad es resolver las necesidades de nuestros usuarios. Por eso nuestros diseños cuentan con tecnologías fiables y robustas, fáciles de operar y mantener.
Numerosos municipios confían ya en la tecnología de AZUD para instalar, mejorar o ampliar sus instalaciones, cumpliendo la normativa aplicable, protegiendo a su población y contribuyendo a una gestión más sostenible del ciclo del agua urbano.
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