Llevamos varios días recibiendo mensajes de WhatsApp y correos electrónicos con fotografías de la cristalera corredera instalada en la puerta de la llamada Sinagoga, una construcción que se va a dedicar a apartamentos turísticos.
La mayoría de los mensajes van en la línea de la indignación por la autorización de ese tipo de puertas en el casco histórico cuando, fuera del mismo, la oficina técnica municipal dirigida por la arquitecta, ha mantenido argumentos muy restrictivos a la hora de autorizar elementos menos chocantes que el aludido.
Reunidos con el equipo de gobierno, somos informados de que dicha oficina técnica ha elaborado un informe y que éste ha sido elevado a Patrimonio para actuar conforme a la decisión de la JCCyL. Hemos pedido que estas actuaciones aparezcan, a la mayor brevedad posible, en la web municipal para mayor difusión de la información disponible, e incluso, si eso fuera legalmente posible, que se publique el informe remitido por la arquitecta a Patrimonio.
Hasta la resolución de este expediente, estaremos atentos a la información que se reciba sobre proyecto de obra, licencia e informe de Patrimonio.
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