IGEA DE VA DE FIESTA A CAMBIO DE UN MENSAJE YUPPY

La veleta política que representa el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, se va de fiesta a Carrión de los Condes, en Palencia, para, entre vasitos de vino, pueda soltar pendas como que se puede hacer política para el medio rural, política cultural, que haga que aumentan las visitas y que los municipios crezcan, sin gastar en mantenimiento de las infraestructuras, sin limpiar las zonas turísticas de escombros, sin poner medios para la seguridad de propios y extraños en las travesías que recorren nuestros pueblos....... y así un largo etc. de un individuo que decía llegar para cambiar las cosas y quedó en cambiar quien se sienta en el sillón.

En lo que a Peñaranda de Duero respecta, las palabras de Igea en las que indica que uno de los compromisos de legislatura es potenciar todo el patrimonio histórico de Castilla y León como factor de desarrollo, con especial atención a la conservación y promoción del mismo, mientras el Palacio de Avellaneda NO PUEDE ABRIR SUS PUESTAS PARA QUE NO SE CAIGAN SOBRE L@S TURISTAS Y TRABAJADOR@S, son poco más que la vida que se ha forjado dentro de su flamante burbuja y que permite ver SÓLO AQUELLO QUE DESEAS VER.

Una Sala de Exposiciones clandestina, con unos horarios para echar la siesta en verano; unas visitas guiadas al servicio del restrictivo presupuesto neoliberal que ha tomado la Junta; el abandono sostenido y planificado, por años de gobierno derechista de un Patrimonio Cultural, como es el Palacio de Peñaranda de Duero, que Igea (o más bien desde Madrid) han decidido continuar hasta el deterioro completo; unos accesos al municipio que más que de un pueblo que pretenda vivir del turismo, parecen los de una pista de carreras de coches y camiones por la negligencia de los mismos de los que hablamos que no ponen las condiciones para reducir  el riesgo y asegurar la integridad física de los turistas y de l@s vecinos de Peñaranda de Duero; todo ello, son cosas por las que apostar como herramientas para fijar población, crecer y desarrollarse. 

Irse de parranda, tomarse unos vinos y que te inviten al pregón de fiestas es populismo, no política rural. Por cierto, el coste de irse de fiesta, ¿lo carga como gastos de representación a las arcas públicas?

¿Cada vez que se quiera dar un garbeo lo pagamos entre tod@s?