Peñaranda quiere implicar al Gobierno en su patrimonio
Defender el patrimonio histórico y artístico es cosa de todos. Así lo defiende el Ayuntamiento de Peñaranda de Duero, volcado en conseguir "desde el primer día de la presente legislatura" recursos y fondos para atajar el deterioro que sufren algunos de los edificios de propiedad municipal más emblemáticos de la localidad ribereña, como la Casa de Artesanía, el Arco de las Monjas o un viejo lagar.
En esta carrera de fondo, el Consistorio se muestra decidido a implicar a todas las administraciones, incluido el Gobierno central, ante las limitaciones económicas que sufre el municipio, con cerca de 510 empadronados. "La competencia de Patrimonio la tiene la Junta de Castilla y León. Ahora bien, ¿qué podemos esperar de una administración que tiene un palacio abandonado, cuyo jardín está cerrado, lleno de maleza y una sala de exposiciones clausurada? Por su parte, la Diputación saca subvenciones puntuales", critica el concejal José Palacio para, acto seguido, plantear: "El problema es doble: si un pueblo tan pequeño con cada vez menos habitantes tiene tanto patrimonio y no podemos con todo y la Junta parece que no tiene ganas de cuidarlo, ¿quién se encarga?".
De ahí su intención de involucrar "a otra gran administración que, aunque no tiene competencia directa, sí que puede hacer puntos de actuación. Hablamos del Gobierno, a través del Ministerio de Cultura. Al fin y al cabo incluye a todas las demás", recalca Palacio.
Por ahora, en ese camino de "saltar de escalón e ir más lejos", han mantenido contactos con procuradores y diputados socialistas para recabar apoyos: "Si no puede ser desde la Junta de Castilla y León hacia el Gobierno central, pues que sea a la inversa", avanza.
En lo que respecta al Ayuntamiento de Peñaranda, tras aprobar por unanimidad el Presupuesto para 2022, ya han elaborado un plan para el próximo año, de forma que el 70% de los Planes Provinciales, es decir, unos 50.000 euros, se destinarán a restaurar la cubierta de la Casa de Artesanía, un edificio noble que probablemente se construyó entre los siglos XVI y XVII y que permanece cerrado y sin uso desde hace diez años. De hecho, algunas paredes están llenas de manchas de humedades, lo que ha provocado desconchones de la pintura.
"Tenemos que proteger la pared lateral, que es de adobe y se está desmenuzando. Al encontrarse a la intemperie, se han producido desprendimientos y fisuras. Es el cruel reflejo del problema que sufrimos", lamenta el experto en patrimonio Javier Sánchez, quien forma parte del equipo de trabajo municipal coordinado por la concejala de Patrimonio y Promoción Turística, Paloma Plaza, y que se ha formado para recuperar y mantener el acervo histórico de Peñaranda. Todo ello con un objetivo: trabajar con los ciudadanos "para que no sea una cuestión ni política ni quede estancada en los 4 años de legislatura", agrega Palacio. Algo en lo que coincide el alcalde, Fernando Rioja: "Los puestos son efímeros. Por eso, trabajamos con vocación de continuidad y con el ánimo de sentar unas bases, esté quien esté".
Sin cables. Otro edificio que preocupa al equipo de gobierno es el viejo lagar municipal, "en verdadero estado de ruina"; sin olvidarse del Arco de las Monjas, donde prevén enterrar los cables que ahora ‘decoran’ esta puerta original de la muralla. Ante este panorama, Sánchez defiende que el Ayuntamiento "tiene la obligación moral de preservar el conjunto histórico artístico" de Peñaranda y eso, dice, "implica encontrar soluciones y recursos como sea". Así, destaca que desde la comisión pretenden "remover conciencias" ya que, a su juicio, "en muchos pueblos de Castilla y León se ha perdido la identidad cultural cuando deberíamos estar orgullosos de todo lo que tenemos", concluye.
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